sábado, 3 de noviembre de 2012

CIERRE DE AÑO LECTIVO 2012


"LA CLAVE PARA SER UN EXCELENTE SACERDOTE,
ES SER ANTE TODO UN EXCELENTE CRISTIANO"

Con la Santa Misa presidida por Monseñor Elías Rauda, Obispo de San Vicente y concelebrada por los miembros del Equipo Formador, se ha concluido el séptimo año lectivo del Seminario Mayor de "La Inmaculada". La Eucaristía ha sido este día a las 6: 00 a.m.

Ayer por la noche, se realizó el tradicional acto de clausura, en la cancha de basketball. Aparte de los padres de la institución, nos acompañaron los padres: René Maldonado, Samuel y Hugo. Los seminaristas menores del Pío XII, se unieron a la celebración del Seminario Mayor.

La clausura tuvo una particularidad con respecto a los años anteriores, se montó un escenario con elementos de una disco móvil; los animadores musicales utilizaron instrumentos eléctricos. En cuanto al programa desarrollado, dirigido por Isidro y Luis López, fue de la siguiente manera: Introducción, premiación por parte de la comisión de deporte, drama por parte de filósofos y teólogos, distribución de los seminaristas para la misión de diciembre, tanto en Nicaragua como en nuestra diócesis; despedida a los seminaristas que ya no continúan el proceso formativo, los cuales son más de diez; festejo a los cumpleareños de noviembre y diciembre anticipadamente; lectura de la memoria del año lectivo y cierre con el rezo de las completas. Fue un ambiente ameno, familiar, lleno de emociones.

Monseñor en su homilía habló sobre el año de la fe y su recepción en la vida del seminario, expuso su experiencia como padre sinodal y finalizó motivando a crecer en calidad, para mejor servir a Dios  y a los fieles. 

 En el momento de la cena


 Sub-coordinador de la comisión de deportes,
dando una sintesis del torneo

Padre Gustavo, coordinador de la comisión de deportes,
premiando al primer lugar del torneo de futbolito, quinta edición.

 Seminaristas disfrutando de la clausura

Luis López animando la c

 Canto por parte del Trienio Teológico

Luís Chacon deleitando con unas rancheras

Crónica del año lectivo a cargo del padre Amado


Crónica del año lectivo 2012 Seminario Mayor de la Inmaculada
Por Pbro. Gerardo Amado Juárez

Se me ha pedido que  en unas cortas líneas sintetice cronológicamente los acontecimientos más significativos del año. Debo aclarar que no tengo cualidades de historiador pero lo tomo como un servicio a la comunidad. Para esta tarea me he valido del trabajo de la comisión de comunicaciones  e intentaré ser lo más fiel al dato histórico.

El séptimo año lectivo comienza el domingo 15 de enero  del corriente año. A eso de la caída del sol fueron llegando los 37 seminaristas  (33 de nuestra diócesis y 4 de Guatemala) que iniciaron el año con maletas cargadas de indumentarias personales y de ilusiones. El padre Rector presidió las Vísperas en la que dio la bienvenida a todos.

Para iniciar el año con los ánimos bien dispuestos se tuvieron los ejercicios espirituales que iniciaron el domingo 15 con el rezo de completas y finalizaron el viernes 20  con el rezo de Vísperas. La predicación estuvo a cargo del P. Ramón Pineda que con su jovialidad y buen humor fue ilustrando el misterio de la Santísima Trinidad.

Después de unos ejercicios espirituales bien vividos era necesario ejercitar nuestro cuerpo. Con este fin se organizó un paseo a pie el sábado 21 de enero. La Ruta un aproximado de 12 Kilómetros: Del Seminario a Verapaz, luego se pasó a merendar a Jerusalén por invitación del párroco P. Hernán Juárez. De ahí a las piscinas de Mercedes La Ceiba, donde algunos bañaron, otros aprovecharon la frescura del lugar para charlar y almorzar (Unos exquisitos panes preparados por las cocineras, con su jugo, su galleta y su postre: Un guineo).  A eso de la 1:30 pm se parte cerro arriba como queriendo subir el volcán rumbo a Guadalupe, ésta etapa será la etapa más atormentada del camino, algunos van a recurrir a pedir ray porque las piernas no dan más. Caída la tarde nos espera la parroquia de Verapaz para reponer energías con la suculenta cena cortesía del P. René.

No podía faltar, como en toda institución educativa de identidad católica, el encomendarse al Espíritu Santo, que es el que enseña todo. La Misa del Espíritu Santo tuvo lugar el lunes 23 junto al Seminario Menor presidida por Mons. Elías Rauda concelebrado por todos los formadores.

El viernes 27 celebramos la memoria anticipada de Santo Tomás de Aquino, patrono de los Teólogos. La Jornada dio inicio con una ponencia titulada “Una visión del amor y la amistad en santo Tomás de Aquino” que estuvo a cargo del Presbítero Doctor en Filosofía y Licenciado en Bioética Armando Días de la Diócesis de Santa Ana. El Padre supo combinar conceptos de alta escuela como unas orientaciones pastorales. Después de un suculento  alimento intelectual era hora de pasar  a la otra mesa: la mesa del convivio fraterno y la amistad. La fiesta se clausuró con una pequeña chamusca en la cancha con los seminaristas de cabañas vrs los vicentinos.

Al iniciar el año lectivo se inicia la práctica pastoral de los seminaristas, para este motivo la institución tuvo a bien organizar un taller sobre planificación pastoral que estuvo a cargo del Vicario de Pastoral de nuestra diócesis P. René Maldonado. Así con esta actividad se cerró el mes de enero.

El mes de febrero transcurre con toda normalidad entre clases y tareas;  momentos de oración y deporte; horas de estudio y espacios de pastoral se avanza en el mes y se ingresa a la cuaresma: tiempo de oración, penitencia y limosna por nuestra conversión y del mundo entero.

El mes de marzo es el mes dedicado a san José, Patrono de nuestro Seminario Menor. Nos unimos para festejar a nuestro Padre y Señor. La Jornada comienza con las primeras Vísperas, luego estudio, deporte, cena que interrumpe el ayuno cuaresmal y no es para menos: el santo hace méritos. Y  finalmente el acto de clausura por la noche.

El sábado 25 de marzo se realizó en nuestras instalaciones el primer encuentro con los padres de familia con el objetivo de fortalecer los lazos de cooperación entre el seminario y las familias de los jóvenes que ingresan al seminario. El diálogo fue fructuoso pues los formadores tuvimos la oportunidad de conocer más de cerca la realidad de muchas familias de nuestra diócesis.

El domingo 1° de abril se abrió la Semana Mayor.  Tanto formadores como seminaristas fuimos a las parroquias y comunidades a compartir y a celebrar con las comunidades la experiencia de Cristo resucitado. Después de una semana trabajada merecíamos una semana de vacaciones que coincide con la octava de Pascua, el gran domingo de la Iglesia.

El miércoles 18 de abril tuvimos un banquete fraterno entorno a Cristo Resucitado iniciando con un lucernario que hizo eco de la noche santa en que Cristo victorioso se levantó de entre los muertos.

El mes de mayo es mes muy festivo en nuestro seminario pues inicia el 1° de mayo con unas alegres mañanitas, donde los seminaristas entonan con unas voces no muy claras por el frío de la mañana unos cuantos cantos a nuestra Madre acompañados de unos cohetes y aclamaciones, que anuncian a los vecinos la llegada del mes mariano, que el seminario se encargará de celebrar con las flores de mayo repartidas en los diferentes cursos.

El jueves 2 de mayo los seminaristas nos dieron a los formadores una fiesta sorpresa con ocasión de celebrar la solemnidad de Jesucristo Sumo y eterno Sacerdote. Consistió  en una cena y en la entrega de unos dulces típicos de estas tierras.

El día once nos reunimos con nuestros mejores atuendos en el Seminario Menor Pío XII, una tras otras nuestras madres fueron llegando para celebrar el día de las madres que inició con una Eucaristía presidida por nuestro Obispo en la que exhortó la importancia del apoyo espiritual que prestan las oraciones de las madres en la formación sacerdotal. Terminada la Eucaristía tuvimos una muestra de las capacidades  artísticas tanto de grandes como de pequeños. Fueron dos actos y unos cuantos cantos. Se destacó la preparación y el empeño de la representación del Seminario Mayor. Desde el 13 de mayo, día de Nuestra Señora de Fátima, comienza un triduo de celebraciones del cumpleaños del Vice-Rector, que sobrepasa con creces  el carácter de solemnidad. Curso tras curso fue agasajando al cumpleañero con deliciosos pasteles y, panegírico va, panegírico viene; hasta que llegó el día 16 con la celebración de toda la comunidad unida a otros cumpleañeros del mes: Esaú, Noé y David.

Una celebración diocesana que el Seminario no se puede desligar es la fiesta en honor a María Auxiliadora que este año presidió en la Catedral el Nuncio  Apostólico Luiggi Pezzuto. Los seminaristas se unieron a la Procesión; así también a la Misa y a la mesa. Por la noche la celebración al interno del seminario en el Seminario Menor, donde el Padre Enrique tiene fama de ser buen anfitrión.

El 27 y 28  de mayo tuvimos la celebración de la solemnidad de Pentecostés nos unimos junto al Seminario Menor con un torneo relámpago el domingo por la tarde  y finalizó con una película. Por el día los seminaristas visitaron las parroquias para agradecer las valiosas ayudas materiales y espirituales de las comunidades al Seminario.

El mes de junio es el mes del Sagrado Corazón de Jesús y Corpus Christi. El Seminario rindió un culto de adoración más solemne a Jesús Sacramentado el día 7 de junio. Fueron tantas las manifestaciones de amor a Jesús. Días antes de la fiesta los seminaristas fueron a las parroquias a prestar las  mejores cortinas y el día 7 por la mañana comenzaron los seminaristas a preparar los tres altares uno  por 1° de filosofía, otro por 2° de filosofía unido a primero de Teología y el tercero por el Trienio Teológico.  Los tres altares fueron distintos, cada uno con su elegancia. A las cinco dio inicio la eucaristía presidida por el Rector de la institución, que se prolongó con la solemne procesión donde Nuestro Señor recorrió la casa donde se forman los futuros sacerdotes que lo traerán cada jornada al altar para darlo como alimento a la comunidad. A la procesión se unieron el P. Remberto y P. Gustavo.

El 18 de junio comienzan los exámenes finales del primer ciclo que se prologan durante cinco días. Al final de los cuales tiene lugar  dos semanas de merecidas vacaciones para los seminaristas. Mientras los formadores aprovechan el tiempo para afinar detalles para iniciar la segunda parte del año y recargar energías con un retiro espiritual, donde se aprovecha para descansar, aprender, compartir y rezar junto al clero de la Diócesis.

El domingo 8 de julio comienza el segundo ciclo, cambio de materias y nuevos docentes que se agregan para seguir llenando las curiosidades intelectuales. El día 12 tuvo lugar la liturgia donde nuestros formandos  de 4° de Teología recibieron junto con el seminarista Jacinto Ezequiel los ministerios de acolitado y lectorado conferidos por su Excelencia Mons. Elías Rauda. En la homilía el obispo pidió sacerdotes católicos de mente y corazón e iluminó a la luz de los sagrados cánones las funciones de regir, enseñar y santificar.

Cuatro días más tarde el 16 de julio tenía lugar la Jornada Diocesana de la Juventud. Muchos seminaristas madrugaron a traer los jóvenes de sus respectivas parroquias para el acontecimiento diocesano. Según preliminares de los organizadores un aproximado de unos 5 mil jóvenes se dieron cita en san Lorenzo.

Agosto fue un mes importante para el presbiterio de nuestra Diócesis no sólo porque es el mes en el que se celebra al patrono de los sacerdotes sino  porque la Providencia Divina quiso que lo celebráramos participando en la Ordenación Episcopal de uno de los nuestros: Mons Constantino Barrera, elegido Obispo de la Diócesis de Sonsonate. Como una muestra de fraternidad fuimos como seminario a la ordenación de Monseñor, uniéndonos a la alegría de esa Iglesia hermana. Fue un acontecimiento grande con la participación de unas 10,000 personas, así como de toda la Conferencia Episcopal y buen número de sacerdotes del país.

El mes de agosto culmina con la despedida de los seminaristas que viajaban a España y padres que  volvían Roma para culminar sus estudios: Gerardo, Víctor, Guillermo, Salvador Candelario y Reynaldo Rivas.

 El mes de septiembre fue el mes de la Palabra de Dios. La Comisión de Festejos preparó un luminoso monumento en el presbiterio donde presidió la Sagrada Escritura las celebraciones litúrgicas y momentos de oración. En este mes también se celebraron los cumpleaños del P. Gerardo Amado Juárez y del Seminarista Alcides Alvarenga. Fue una celebración llena de muestras de afecto y agradecimiento. Los festejados agradecieron a la comunidad  la amistad y la compañía en este proceso de formación. El día 15 del corriente mes, los seminaristas hicieron un alto en los estudios para ir bañar a la playa gracias a la colaboración de las hermanas somascas que cordialmente nos prestaron su rancho. Fue una experiencia que se disfrutó desde el camino, distribuidos en distintos  carros nos encaminamos al lugar.  Después de horas de bañar en la playa e improvisar chamuscas en la arena llegó el almuerzo: pescado para algunos y pollo para otros. No faltaron quienes disfrutaron de un coctel de conchas o camarones. Por la tarde unos juegos comunitarios preparados por Raúl Peraza y  compañeros, donde se pusieron de manifiesto la agilidad física y creatividad, un momento de alegría en la que brotó sin esperarlo el yo niño que todos llevamos dentro.

Es así como llegamos al mes de octubre donde se juntan varios acontecimientos: el torneo de  futbolito que está apretado en la clasificación. De 6 equipos dos se quedan eliminados. Para sorpresa de muchos los Halcones, después de un mal inicio se levanta cual ave fénix de las cenizas, gracias a la estrategia de Toño, capitán y al apoyo anímico del P. Maldonado. Entra a semifinales en 4° lugar y destrona al gran equipo favorito comandado por Manuel Cruz que había hecho una gran campaña pero que le faltó la estocada final. Ni el mismo Halcón se lo creía, había llegado a la final e iba por más. Aquí tuvo que ganarle a los Ddragones capitaneados por Santos, el ordenador del equipo que tenía entre los delanteros al foráneo P. Geovany Rivera. La final, un partido táctico en el que ambos equipos cuidaban el cero a cero esperando un error del rival. Poco a poco se fue abriendo el partido y comenzaron a llegar las oportunidades de ambos lados. En el segundo tiempo una genialidad de Toño arrastró marcas por el lateral derecho, envía el centro que lo cazó de primera Misael ante el descuido de Leopoldo que no llegó a la marca. Sólo era cuestión de tiempo para fundirse en un abrazo de felicitaciones. Un torneo bastante bien evaluado por el equipo formador donde la única nota mala fueron algunos tramos de algunos partidos donde hubo mucha fuerza y se incendiaron los ánimos. En unos de esos duelos se vio involucrado el Rector y Lucho y en otro duelo hasta el Vice-Rector por ser parcial en su apoyo le cayó la suya. Pero en general reinó el espíritu deportivo.

En este mes se inauguró el año de la fe: el 11 en Roma por el Santo Padre, el 12 lo hacía la Vicaría san Vicente en el Pilar, el 13 la Diócesis en el Megatec con las fuerzas vivas de las parroquias. El seminario no podía quedarse atrás y lo inaugura el viernes 12 con la entronización de la Palabra de Dios en la capilla del seminario donde se desarrolló un momento de oración.

Finalmente es el mes del sínodo de los Obispos en Roma con la participación del Obispo de nuestra diócesis que fue informando al seminario por medio del blog de  las distintas actividades desarrolladas por los padres sinodales.

El año lectivo culmina con los exámenes finales que comienzan el lunes 29 de octubre y finalizan el viernes 2 de noviembre. Terminados los exámenes los seminaristas se disponen a dejar en orden la casa y a clausurar el año con la Eucaristía y la celebración final.

Sin duda esta es una visión panorámica del año, como diría alguien una vista a vuelo de pájaro. Son tantos los detalles que se omiten, tantas frases celebres surgidas en el año que quedarán en la memoria de los seminaristas, sólo baste un ejemplo: “Así sí”…, como también acontecimientos que rozan lo anecdótico como el famoso caballo que deambula por la periferia de los cuartos. Nunca se supo si es un alma en pena o es un alma atormentada que crea mundos irreales. Pero por el carácter histórico de este escrito que pasará a los anales de la historia de nuestro seminario he preferido no documentar.

Esta crónica no hubiese podido ser escrita sin la presencia de sus protagonistas: los seminaristas. Por eso, al finalizar el año, sólo podemos decir: “Felices vacaciones y gracias por estar aquí”.