"La
vocación es una realidad mucho más dinámica
de lo que nosotros podemos pensar…"
La comunidad del Seminario Mayor de La Inmaculada, felicita al reverendo padre Remberto Huezo, por estar cumpliendo 9 años de Ordenación Presbiteral. El padre Remberto, fue ordenado el 5 de Julio de 2003, por el Excmo. Mons. José Luís Escobar, en la Catedral de San Vicente, junto al padre Hugo Flores.
El padre Remberto se incorporó al Equipo de Formadores de La Inmaculada, en enero del corriente año. Es el responsable del Área Académica y profesor en nuestra institución, vicario de la Parroquia "San José", Espiga de Oro (San Vicente) y miembro de la Comisión de Formación en la Diócesis de San Vicente.
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Me piden que diga algunas
palabras en este día de mi aniversario sacerdotal. Sinceramente creo que he
tenido demasiadas experiencias tan distintas en este tiempo que me resultaría sumamente difícil intentar
hacer una síntesis de estos nueve años…
Pero creo que puede ser muy
provechoso compartir una de las experiencias más fuertes que he vivido… Y que
ahora en retrospectiva se vuelve mucho más edificante y aleccionadora… Como
muchos saben estuve tres años fuera de la diócesis… Y en cierto momento he pensado
sobre el valor que dentro de mi itinerario vocacional se le puede asignar a
este acontecimiento…
Ahora comprendo que la
vocación es una realidad mucho más dinámica de lo que nosotros podemos pensar…
Y que la formación es un proceso que al final de cuentas lo lleva el Señor
mismo… A veces al llegar a lo que como seminaristas consideramos la
“meta” de nuestra formación –la Ordenación Sacerdotal- podemos pensar que hemos
alcanzado el culmen de la generosidad y la respuesta máxima a la elección
divina… Tanto que podemos llegar a una
valoración un tanto deformada del
ministerio sacerdotal –quizás considerándolo como un mero status- y olvidar al Dios que nos ha llamado a
dicho ministerio...
Dios que quiere que todos se
salven y lleguen al conocimiento de la verdad, nos ilumina constantemente de tal manera que descubramos la plenitud de
la llamada… En mi caso he descubierto que todo ha sido para que pueda tener una
panorámica mucho más amplia de la llamada de Dios en mi vida…
No ha sido fácil
comprenderlo, pero ahora estoy seguro de que ha sido así… Mientras preparaba
algunos materiales para utilizarlos en los tiempos de reflexión personal
durante los ejercicios espirituales… Un buen amigo me envió unos escritos que
me han confirmado lo que venía intuyendo… Se trata de una respuesta que da la
fundadora de un movimiento eclesial a un seminarista que pregunta sobre las
dificultades para el ministerio sacerdotal y la respuesta se puede sintetizar
en lo siguiente:
Yo diría esto:
olvidaos de ser sacerdotes. Ya lo sois, y deberéis, al serlo, celebrar,
confesar, etc., etc.. Pero (…) no es vuestro ideal ser sacerdotes; vuestro
ideal es Dios, es Dios amor. Vosotros tenéis que ser amor como Dios es amor.
Madre Teresa de Calcuta cuando me veía siempre me decía: “Hazte santa, como
Dios es santo”. Esto es lo que importa, ser santo como Dios. Pero Dios es
amor.
Espero se comprenda estas
palabras correctamente porque tienen mucha luz…