Amantísimo corazón de Jesús, tu eres el amor que no quisiste ser feliz sin el hombre y sin necesitar de nadie, buscas el amor de tus criaturas mostrándote como amor verdadero. Dios te tocaba, te rodeaba, pero tú no podías acercártele. Por eso vino Él a hacerse Eucaristía, para vivir a tu lado ocultando sus resplandores, descendiendo hasta tu corazón, para enriquecerlo y transformarlo. La creación, la Comunión, son pruebas que él es amor y que siempre ha permanecido en tu corazón.
¡Corazón de Jesús, haz mi corazón semejante al tuyo! Comunícame tu mansedumbre y humildad. Viniste a traer fuego a la tierra, y ¿Qué quieres sino que el mundo arda en caridad?
Jesús, yo te pido que todas mis palpitaciones y afectos sean como los tuyos. Dame fuerza para padecer con paciencia y humildad y colaborar así en la salvación de mis hermanos. ¡Oh María, Auxilio nuestro, suave, dulce y caritativa Madre! Alcánzame de Jesús que derrame sobre nosotros todas las bendiciones que envía al mundo desde la Eucaristía, para que seamos un reflejo de humildad al servicio de nuestra sociedad.
CORAZÓN DE JESÚS… EN TI CONFIÓ
Sem. Berne Armando
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